“Si no volvemos a una búsqueda de acuerdos, el desarrollo va a ser esquivo”
■ El integrante de la comisión Marfán entrega su fórmula para aumentar la recaudación, con reducciones de la tasa corporativa, fin de exenciones y modificaciones al Global Complementario.
POR SEBASTIÁN VALDENEGRO
El exministro de Hacienda, Ignacio Briones, es uno de los siete integrantes de la comisión de expertos convocada por el Ministerio de Hacienda para calcular el efecto del crecimiento económico en la recaudación de impuestos, en el marco de la tramitación del pacto fiscal.
El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y presidente de Horizontal pone el acento en las principales conclusiones del reporte, pero también realza la importancia de reducir los plazos para la aprobación de permisos para inversiones, la coloquialmente denominada “permisología”.
- ¿Cuáles de las conclusiones del informe destacaría?
- El informe hace un esfuerzo en relevar la importancia crítica que tiene el crecimiento. Los ingresos fiscales dependen de la capacidad de generación de ingresos de la economía y, por lo tanto, una economía que no crece o crece poco, como llevamos creciendo diez años, achanchados en la mediocridad, genera menos ingresos fiscales y menos holguras. Entonces, poner el crecimiento como primerísima prioridad es bien fundamental.
También, fiel al mandato que se nos pide, es poder hacer escenarios de proyección de las holguras fiscales. Ahí, lo que vemos es que las holguras son acotadas, en parte porque el supuesto que hay detrás es que la economía sigue creciendo al 2,2%. Y estas holguras en los ingresos aumentan de manera importante si la economía logra crecer más.
De hecho, estimamos que si creciéramos un punto por arriba del PIB tendencial, hoy en 2,2%, tendríamos holguras adicionales que acumularían 1,8 puntos del PIB en 2034, que son más o menos US$ 8.000 millones ese año. Básicamente, crecer un punto más triplica las holguras fiscales que se proyectan a 2034.
- Ahora, lo complejo es implementar las conclusiones del informe, en este ambiente político.
- El informe pone el acento en dos cuestiones habilitantes para el crecimiento que nos parecen medulares.
La primera es entender que para volver a crecer no basta la buena voluntad, como algunos creen, porque el crecimiento depende de tener incentivos a la inversión, al emprendimiento, la innovación y esos incentivos son reglas, son políticas públicas que son intermediadas por el sistema político y en consecuencia, hay unanimidad entre los expertos del comité en que la principal tranca para el desarrollo, para el crecimiento que hemos tenido en los últimos diez años y también para el desarrollo futuro, es un sistema político disfuncional, incapaz de lograr acuerdos que deriven en políticas públicas pro desarrollo en lo económico y en lo social.
Sin acuerdos no hay políticas públicas, y sin políticas públicas de calidad, no podemos esperar resultados distintos en materia de desarrollo.
Aquí, la invitación es entender que si no volvemos a una búsqueda de acuerdos, no digo que en todo, pero sí en las políticas públicas fundamentales, el desarrollo va a ser esquivo, vamos a seguir en la mediocridad de la trampa de los países de ingreso medio.
- ¿Es suficiente el crecimiento para aumentar el espacio de gasto del Fisco?
- Un punto más de crecimiento agrega aproximadamente 0,24 puntos del PIB de mayor recaudación. Aproximadamente son US$ 800 millones-US$ 850 millones. Ahora, cuando tú creces, hay un montón de cosas que crecen en paralelo, como las remuneraciones reales, el per cápita de salud y tratamos en un escenario conservador de evaluar aquello. Y efectivamente, en ese caso, si uno le deduce a estos US$ 850 millones los gastos endógenos que se producen, la holgura que queda es de aproximadamente US$ 600 millones.
Ahora, es importante destacar que esto no es poco, US$ 600 millones por cada punto de crecimiento es relevante. Un punto más implica triplicar las holguras que se proyectan al 2030. - ¿Y crecer un punto más por año es factible?
- Es difícil, pero no imposible. Hay una luz de esperanza, pero la principal traba es un sistema político
“Hay unanimidad en el comité en que la principal tranca para el desarrollo, para el crecimiento que hemos tenido en los últimos diez años y también para el desarrollo futuro, es un sistema político disfuncional, incapaz de lograr acuerdos”.
Reforma a permisos: “Creo que hay una ventana de oportunidad en un Gobierno de izquierda, que no podemos dejar pasar, que tiene que ser prioridad número uno y la ventana es corta porque el otro año ya es electoral”.
disfuncional, polarizado, en la trinchera y a la patada y el combo, que es incapaz de avanzar en reformas que tiren el carro del crecimiento.
- ¿Qué más se puede hacer, además de incentivar el crecimiento?
- Chile tiene que avanzar en reformas sociales, esa es mi posición, no está en el informe, pero en el informe sí decimos que el crecimiento es condición necesaria pero no suficiente y también requiere de avanzar en el desarrollo de políticas sociales, como en educación.
Entonces, hay un esfuerzo que hacer ahí, siempre contingente a los recursos para hacerlo con responsabilidad y sustentabilidad en el tiempo.
Ahora, Chile tiene una situación fiscal que se ha deteriorado en el margen en los últimos diez años y eso implica un esfuerzo por allegar nuevos recursos combinando la siguiente trinidad que mencionamos, además del crecimiento: eficientar el gasto público, lo que genera holguras, y aumentar la recaudación de manera gradual.
Por ejemplo, la tasa corporativa en Chile es muy alta y debe bajar. Las alzas que han ocurrido desde el 2000 en adelante significan que hoy tengamos un PIB un 8% menor.
Obviamente, esa tasa debe bajar, pero de manera compensada. Y esa compensación tiene que venir de la mano de mejor gasto y también ver otros impuestos.
- El informe no menciona cuáles son esos impuestos. ¿A cuáles echaría mano?
- Hablo exclusivamente a título personal: nuestra brecha de recaudación no está a nivel de las empresas, nuestra tasa es alta y debe bajar. Tampoco está a nivel del IVA. Nuestra brecha de recaudación está en los impuestos personales. - ¿Por ahí debe ir el aumento? - Por supuesto, porque acá no hay margen. Si usted quiere bajar a las empresas para incentivar la inversión, tiene que compensarlo por las personas. Y ahí la pregunta es de economía política. Obviamente no es popular subir impuestos personales, y ahí uno puede tener sus propias opiniones, pero no sus propios datos.
Tenemos una brecha de seis puntos que se explica porque tenemos una enorme base exenta. Tres de cada cuatro personas no pagan. No estoy diciendo que todas tengan que pagar, pero el criterio de progresividad es que si usted gana poco, paga poco. Si gana más, paga más; y si gana mucho más, paga mucho más. Es bueno reivindicar eso. - ¿Qué fórmula propone? - Una hoja de ruta que en un lapso de 10, 15 años, dependiendo de cuánto crezca Chile se vayan ampliando los tramos que hoy pagan impuestos y, eventualmente, aumentando en el margen las tasas, de forma tal de que sea muy gradual y, por lo tanto, imperceptible.
Ahora, obviamente uno puede complementar esto con esfuerzo, como por ejemplo seguir eliminando exenciones, todavía quedan y no son muy populares. - ¿Tales como? - Un candidato obvio es la renta presunta, que no tiene ningún sentido conceptual en el siglo 21 y, además, es tremendamente injusto.
No digo que sea la bala de plata, pero eso permitiría, por ejemplo, en conjunto con el combate a la evasión, que por cada exención que se elimine y por cada peso de evasión extra que se recaude, hacer que una mitad vaya a rebajar las tasas del impuesto del cual viene esa evasión o esa exención.
Los efectos macro de agilizar la permisología
- Ustedes calcularon que reducir en un tercio los plazos de permisos le agregaría holguras fiscales por US$ 885 millones al Fisco. ¿Estos cálculos son logrables?
- Cuantificamos que acortar en un tercio los plazos, que es la propuesta del Gobierno, es equivalente financieramente hablando a una rebaja de 3,7 puntos del impuesto corporativo. O sea, la permisología es un impuesto a la inversión y un impuesto alto. Estimamos que eso significaría mayores ingresos anuales del orden de US$ 950 millones, un 0,27% del PIB.
Y luego está el efecto en el crecimiento, donde estimamos que acortar en 2,2 años el plazo de los permisos implica aumentar el crecimiento en 0,24% del PIB anual. No es poco. Y eso te generaría mayores ingresos fiscales en los próximos diez años por el equivalente a 0,32% del PIB, o US$ 1.350 millones.
En la suma estamos hablando de US$ 2.300 millones, que no es poco. - ¿Pero es factible de lograr? - Creo que hay una tremenda ventana de oportunidad porque el Gobierno en su declaración está muy comprometido con esta agenda.
Hay algunos que piensan que acortar plazos o simplificar trámites implica bajar el estándar regulatorio. En caso alguno, uno puede incluso reforzar el estándar regulatorio, hacerlo más simple, y más entendible por los agentes.
Creo que hay una ventana de oportunidad en un Gobierno de izquierda, que no podemos dejar pasar, que tiene que ser prioridad número uno y la ventana es corta porque el otro año ya es electoral. Se acaba el acuerdo, tiene que ser rápido.
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2023-11-30T08:00:00.0000000Z
2023-11-30T08:00:00.0000000Z
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