El Presidente de Chile frena los planes de una transformación radical
■ Boric lucha por gobernar tras una seguidilla de derrotas legislativas y una ola de delincuencia.
POR CIARA NUGENT
Una serie de derrotas legislativas, un escándalo de corrupción y la peor ola de criminalidad en décadas han descarrilado los planes del Presidente izquierdista chileno Gabriel Boric de transformar radicalmente el país, forzando un intento de cambiar el rumbo durante los dos años que le quedan en el cargo.
“Tenemos que aprender a avanzar lentamente, paso a paso... o corremos el riesgo de caer por un precipicio”, dijo el mandatario este mes en un discurso ante la Organización de Estados Americanos.
Boric, un exlíder estudiantil de 37 años, fue elegido en 2021 tras protestas masivas contra la desigualdad. Prometió cambios radicales en los servicios privatizados, en la Constitución e impuestos bajos.
Dieciocho meses después, las principales promesas de campaña de eliminar el sistema privado de pensiones y aumentar los impuestos para financiar programas sociales han fracasado. Una Constitución de izquierda radical fue rechazada por los votantes, quienes luego entregaron a la extrema derecha el control de redactar un reemplazo. Los índices de aprobación del Presidente rondan el 30%.
Boric ha conseguido algunas victorias, incluido un aumento del salario mínimo y una semana laboral de 40 horas. El jueves anunció su objetivo de elevar el gasto público en 3,5% en el Presupuesto de 2024. Pero con el Congreso sumido en la polarización, los analistas dicen que corre el riesgo de sufrir el síndrome del pato cojo.
Desde junio, la coalición de Boric ha sido sacudida por un escándalo de corrupción. Funcionarios regionales están acusados de otorgar millones de dólares en contratos a organizaciones no gubernamentales políticamente amigables y sin experiencia relevante.
La trayectoria de su Gobierno ha decepcionado a los izquierdistas en América Latina, que vieron en Boric la esperanza de renovación de un movimiento dominado por líderes que alcanzaron la mayoría de edad durante la guerra fría, dijo Michael Shifter, ex presidente del grupo de expertos Diálogo Interamericano.
A medida que Boric adopta un enfoque más pragmático, en tres cambios de gabinete ha dejado de lado a ministros de su coalición, en favor de figuras establecidas del Partido Socialista, como la ministra del Interior, Carolina Tohá.
El proyecto de reforma fiscal, que ya fue rechazado una vez, se divide en dos partes para combatir la evasión y aumentar los impuestos. Los líderes de derecha han prometido bloquear esto último.
Los funcionarios han reducido la reforma de las pensiones a una propuesta similar a la que casi fue aprobada durante el Gobierno del predecesor derechista de Boric.
“Las propuestas del Gobierno son reformistas. Ninguna de ellas es una revolución, ni un cambio violento”, dijo Tohá al Financial Times.
Viento en contra
Los analistas dicen que las cosas siempre han estado en contra de la agenda transformadora de Boric. Su coalición, que va desde la centro izquierda al Partido Comunista, es difícil de acorralar y carece de mayoría. Y la oposición de derecha ha hecho pocas concesiones legislativas a un Gobierno que percibe como débil.
“Cuando un Presidente es popular, incluso si tiene una minoría en el Parlamento, puede encontrar una manera de construir acuerdos. Los ciudadanos han perdido la confianza en este Gobierno”, dijo Javier Macaya, presidente de la UDI.
Patricio Navia, politólogo y profesor de la Universidad de Nueva York, dijo que Boric malinterpretó el entusiasmo del público por un cambio radical después del estallido social. “Los chilenos estaban molestos porque la élite los mantenía fuera de la tierra prometida. Boric dijo: ‘Voy a construirles un puente hacia una tierra prometida diferente’. Pero no querían eso. Sólo querían acceder al antiguo”, sostuvo.
Gonzalo Winter, legislador del Frente Amplio de Boric, no está de acuerdo. “Desde el estallido social, la derecha se ha movilizado ferozmente contra la posibilidad de cambios estructurales. Si no solucionamos los problemas estructurales de Chile, creamos las condiciones para una nueva crisis”, afirmó.
El mayor obstáculo
Los errores estratégicos han perjudicado a Boric. Para su primer gabinete, nombró a figuras inexpertas, incluida una médica de 35 años como ministra del Interior, que empeoró las tensiones con los grupos indígenas mapuche.
Pero los analistas sostienen que el mayor obstáculo para su popularidad es el aumento de la delincuencia. Si bien sigue siendo baja para la región, la tasa de homicidios de Chile aumentó casi un 50% en cinco años hasta 2022, a medida que los grupos del crimen organizado ganaron terreno.
La inseguridad y las reformas estancadas han afectado la actividad económica. Los inversionistas también se asustaron por el anuncio de un plan para seminacionalizar la industria del litio.
Shifter destacó que los desafíos de Boric ofrecen lecciones para la izquierda de la región. “Si bien la renovación del liderazgo es importante y refrescante, no es suficiente para forjar un gobierno exitoso. La habilidad y la experiencia políticas también son esenciales. La clave es encontrar la combinación correcta”, afirmó.
“Si bien la renovación del liderazgo es importante, no es suficiente para un gobierno exitoso. La habilidad y la experiencia políticas también son esenciales”, sostiene el analista Michael Shifter.
FINANCIAL TIMES
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2023-10-03T07:00:00.0000000Z
2023-10-03T07:00:00.0000000Z
https://pressreader.df.cl/article/281870123075288
Diario Financiero
