Soy de las que aún espera que los indultos se revoquen y que alguien asuma responsabilidad de manera más severa. La salida de la exministra Ríos se justificó tras varios errores, así que supongo que muchos no lo sentimos como cierre suficiente. Luego, la baja en las encuestas del gobierno como consecuencia lógica de liberar a hombres con prontuario innegablemente infamante. Y es que el abucheo del coliseo no deja tranquilo a nadie, porque al fin y al cabo, la popularidad no es una sentencia incólume. Le agrego el reciente -y esperablerechazo del Tribunal Constitucional al requerimiento de la oposición contra siete de los 13 decretos de indultos. Entonces, ¿qué nos queda, señores? Me niego a perder la esperanza de que algún día llegará esa justicia. Tarde, como canta el dicho.