Diario Financiero

Los grandes proyectos que Tecno Fast desarrolla para la minería

POR ANDREA CAMPILLAY

En sus casi 30 años de experiencia, la compañía ha construido más de dos millones de metros cuadrados para la industria, incluyendo espacios para vivir como hoteles y campamentos y montajes industriales.

Desde sus inicios, Tecno Fast, empresa líder en el diseño, fabricación, montaje, arriendo y venta de espacios modulares, ha estado ligada a la industria minera. En un primer momento, la compañía se enfocó en desarrollar espacios para vivir. “Estos son proyectos de gran envergadura que, además de incluir soluciones modulares para el alojamiento, incorporan edificios auxiliares, como casinos, laboratorios y espacios recreacionales”, explica Cristián Ossa, gerente comercial de Tecno Fast.

La empresa ha construido campamentos con capacidades que fluctúan entre las 300 y las 7.000 personas, con un promedio de 1.500 usuarios, y son proyectos llave en mano, es decir, se entregan con todo el equipamiento para ser usados, incluyendo las conexiones sanitarias y eléctricas.

A la fecha, Tecno Fast ha construido espacios para vivir que suman más de dos millones de metros cuadrados, tanto para arriendo como para venta.

Una de las iniciativas más emblemáticas que ha desarrollado la compañía es el campamento Rajo Inca de Codelco, que abarcó más de 560 módulos y casi 20.900 metros cuadrados. “Más allá de su envergadura, este proyecto es significativo porque nos hicimos cargo de su administración a través de nuestra división Village y Operación de Campamentos”, cuenta Ossa.

Village es el área hotelera de Tecno Fast que nació en 2015. Además de operar algunos campamentos mineros, la empresa gestiona dos hoteles ubicados en Calama y Salamanca que suman más de 800 camas. “Nuestros hoteles cuentan con toda la infraestructura para que los trabajadores disfruten su tiempo libre: restaurantes, quinchos, gimnasios, canchas deportivas y salas de recreación”, comenta Sebastián Jadue, gerente de Village y Operación de Campamentos.

Además de construir y operar espacios para vivir, la empresa también realiza montajes industriales. “Es una solución complementaria a los campamentos que abarca obras civiles, galpones y talleres”, afirma el gerente comercial de Tecno Fast.

A pesar de los esfuerzos de la industria por reducir sus emisiones, este concepto abre el debate en torno al rol de la minería en la transición energética y los métodos que se emplearán para obtener los metales requeridos para proyectos de energía limpia.

Anivel internacional, el concepto de “minería verde” ha sido destacado por varias autoridades, incluido el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dado el rol que puede tener la política pública en la transformación de esta industria. Sin embargo, su uso también ha sido cuestionado anteriormente por la ministra de Medio Ambiente, quien en mayo de este año, en una entrevista con Diario Financiero, aseguró que “no existe la minería sin impacto”, abriendo el debate sobre cuáles son los niveles en los que la industria puede considerarse “verde”.

“Nuestro mundo enfrenta un dilema: necesitamos más metales que nunca, pero al mismo tiempo debemos encontrar formas de limitar el número de agujeros destructivos que cavamos en el suelo”, plantea Fabio Fortes, socio adjunto del Centro de Excelencia en Minería y Metales de EY, relevando el rol de la minería en la transición al uso de energías limpias.

En 2020, un informe del Banco Mundial estimó que se necesitarán más de 3 mil millones de toneladas de minerales para poder impulsar el uso de energías como la solar, la eólica y la geotérmica, así como también para el almacenamiento de energía. En ese contexto, uno de los objetivos de la Política Nacional Minera 2050 es lograr una mayor sustentabilidad en las operaciones de la industria, algo que para Philippe Hemerdinger, presidente de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), se materializa en los esfuerzos por disminuir el uso de energías fósiles y de aguas continentales, adoptando tecnologías que hacen los procesos más limpios y eficientes.

“La minería se ha fijado metas concretas hacia la carbono neutralidad. Esto implica un tremendo esfuerzo, no solo en reemplazar energías fósiles y agua continental, sino que además en identificar y mitigar la huella de carbono en toda la cadena productiva, ya sea con procesos limpios o bien compensando emisiones con alguna alternativa”, puntualiza Hemerdinger.

En ese sentido, para que una empresa minera en Chile sea considerada verde “debería cumplir con no contaminar su entorno en forma alguna, no consumir agua continental de origen pluvial o nival que esté fuera de su propiedad y no consumir hidrocarburos en forma masiva, privilegiando energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, equipos rodantes con motores eléctricos o hidrógeno, y el transporte de relaves y concentrados por vía hidráulica”, sostiene Guillermo Vidal, gerente general del Centro de Investigación en Minería Sustentable (CIMS).

Reglas más claras

Si bien actualmente las discusiones en torno al desarrollo de la minería verde están centradas en reducir los impactos ambientales y sociales del rubro,“el foco debería ser cómo generamos reglas del juego claras y atractivas que puedan dinamizar la inversión en nuevos proyectos mineros”, asegura Álvaro Baeza, gerente global de Descarbonización y Operaciones Sostenibles para Activos de Cobre de Glencore. A su juicio, esto también debe considerar el contexto de operaciones globales, pues las empresas hacen apuestas a largo plazo en torno a estos proyectos.

Por su parte, Alejandra Molina, gerente general de Minnovex, plantea que el foco debería estar en el impulso a la investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento (I+D+i+e) para una minería verde,“logrando aumentar la participación de empresas locales en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la trazabilidad y reducción de emisiones y contar con una red de centros científico-tecnológicos con foco en producción limpia”.

Así, para garantizar la continuidad del buen desempeño de Chile como país minero, adaptado a las nuevas demandas, es necesario que las empresas prioricen materias ESG en sus agendas “en forma determinada y balanceando con sus otros objetivos de negocios, tales como la productividad”, complementa Alicia Domínguez, socia líder para la industria de Energía y Minería de EY.

Además, la industria nacional debe “confirmar su compromiso hacia la descarbonización global”, advierte Vidal, y frente a eso, plantea que se deben considerar los alcances que este puede tener, además de motivar a los proveedores a contabilizar su propia huella de carbono y aportar a la carbono neutralidad, en un escenario donde la mayoría de ellos “trabaja en planes de producción limpios y en medidas tendientes a una economía circular, que se anticipa a las metas propuestas por la Ley REP, para generar el menor impacto al medio ambiente”, afirma Hemerdinger.

A pesar de los esfuerzos de una industria consciente de la importancia de adaptar las operaciones para limitar los efectos del cambio climático, bajo la mirada de Fortes es necesario que los actores del rubro identifiquen más “palancas de cambio” para provocar las conversaciones y acciones necesarias, y promover una discusión en torno a cómo obtener los metales necesarios para el futuro sin impacto ambiental. “La minería, como varios otros rubros, debería pensar no en cómo ser ‘neto zero’, pero sí en cómo lograr ser ‘neto positivo’, concluye.

“La minería, como varios otros rubros, debería pensar no en cómo ser ‘neto zero’, pero sí en cómo lograr ser ‘neto positivo’, plantea Fabio Fortes, socio adjunto del Centro de Excelencia en Minería y Metales de EY.

MINERÍA SUSTENTABLE E INDUSTRIA 4.0

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2023-12-01T08:00:00.0000000Z

2023-12-01T08:00:00.0000000Z

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