El Día Mundial del Medio Ambiente se ha instalado como la principal plataforma para la visibilización y fomento de causas ambientalistas, y hoy, su 50ª versión pone el foco en la contaminación por plásticos, una decisión que ha sido bien recibida por la comunidad.

“El hecho de que el Día Mundial del Medio Ambiente se centre en esta temática permite amplificar la comunicación de los desafíos y movilizar medidas ambientales transformadoras a nivel mundial y local”, comenta Fernanda Valdivieso, directora del Pacto Chileno de los Plásticos, iniciativa que se enmarca en la Red Global de Pactos por los Plásticos (PCP) y que fue suscrita por el Ministerio de Medio Ambiente y Fundación Chile en 2019.

En el país, 990 mil toneladas de plástico se consumen anualmente y solo se recicla el 8,5% de ellas, según datos del PCP. Por eso, en los últimos años se ha avanzado en el marco regulatorio para revertir esa realidad, por ejemplo, con la aprobación de la Ley Chao Bolsas, la Ley REP, o la Ley de Plásticos de un Solo Uso, que entrará en vigencia en 2024.

También destaca la reciente incorporación del país a la Coalición de Alta Ambición para Poner Fin a la Contaminación por Plásticos, impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, una iniciativa que busca anular la contaminación por plásticos hacia el año 2040, específicamente limitando el consumo y producción de plásticos a niveles sostenibles, permitiendo una economía circular de los plásticos para proteger el medio ambiente y la salud humana y alcanzando una gestión sostenible de plásticos y de reciclaje de este tipo de residuos.

Para Valdivieso, el problema de la contaminación por plásticos tiene muchas dimensiones, y desde la iniciativa que dirige se avanza poniendo el foco en aspectos específicos. “Para este 2023 estamos priorizando el trabajo en modelos de reúso, en ciertos tipos de plásticos complejos, en complementar la regulación nacional para habilitar el uso de plásticos reciclados en envases en contacto con alimentos, entre otras iniciativas”, ejemplifica.

Isidro Pereda, gerente general de ReSimple, es optimista respecto de la entrada en vigencia del decreto 12 de la Ley REP, que establece metas de recolección y valorización a envases y embalajes: “Fija metas de reciclaje para el plástico que son progresivas en el tiempo, y que van desde un

8 MILLONES DE TONELADAS DE PLÁSTICO ACABAN EN EL OCÉANO CADA AÑO, LO QUE SEGÚN EL PACTO CHILENO DE LOS PLÁSTICOS EQUIVALE A VACIAR UN CAMIÓN DE BASURA POR MINUTO.

3% el primer año de implementación (2023) hasta alcanzar una tasa del 14% en el año 2027. Para este tipo de material la tasa llegará a subir un 45% al año 2035”.

Ricardo Barra, docente de la Universidad de Concepción y director del Centro EULA Chile, considera que la educación es central para minimizar los efectos de la masiva presencia de plásticos y microplásticos. El académico asegura que por mucho tiempo también fueron utilizados “en forma intencional” en productos de uso cotidiano, como la pasta de dientes o los cosméticos, y añade que hoy se le está dando “una fuerte señal a la industria para eliminar aquellas aplicaciones no esenciales”.

Iniciativas desde el mundo privado

Para avanzar de forma más decidida en esta materia, es crucial lograr una mayor cultura de sostenibilidad entre las empresas y la sociedad en general.

Leonardo Curotto, gerente comercial de Ambipar Environment Chile, estima que “el desarrollo de nuevas capacidades es clave” para fortalecer el sistema de gestión de residuos en toda la cadena, y para que las metas establecidas se cumplan y no solo queden en el papel.

Con esa mirada, cuenta que Ambipar inició la construcción de un Centro de Clasificación y Pretratamiento para la valorización de residuos, que será el más grande del país y que tendrá la capacidad de procesar hasta 60 mil toneladas anuales. Comenzará a operar durante el segundo semestre en Quilicura.

Agrosuper, por su parte, impulsa Senderos Sostenibles a través de La Crianza, un proyecto que busca contribuir desde el reciclaje de envases plásticos PP5 y PEBD4, transformándolos en mobiliario sostenible que luego es implementado en parques. A la fecha, La Crianza ha apoyado la reconstrucción de dos senderos (Parque Mahuida, en La Reina, y Reserva Las Torres, en Torres del Paine), logrando recuperar más de 18 toneladas de residuos plásticos, cuentan desde la firma.

“Creemos que, para avanzar hacia un mundo sostenible, más amigable con el medio ambiente y responder a los desafíos de la Agenda 2030 (de la ONU), las empresas tienen un rol muy importante, que consiste en repensar el negocio, gestionando y mitigando los impactos”, explican desde La Crianza.