El empoderamiento femenino implica una mayor participación de las mujeres en todos los niveles de la sociedad. Hay amplia evidencia de que ello va en directo beneficio de la generación de economías más fuertes, establecer sociedades más justas, mejorar la calidad de vida de las familias y también alcanzar los objetivos de desarrollo de los países. Pero de acuerdo con datos de Naciones Unidas, resulta complejo avanzar en el caso de las niñas, por los diversos estereotipos de género que rigen en la sociedad, los cuales terminan por limitar su crecimiento personal y profesional.

Desde Inspiring Girls aseguran que existen diversos estudios que demuestran que desde los seis años las niñas se sienten menos inteligentes que los hombres. Esto, sumado a la falta de referentes y otros factores socioculturales, disminuyen el autoconcepto y la autoestima de las mujeres desde pequeñas, lo que se evidencia en la baja participación de ellas en carreras STEM.

“Cuando una niña incorpora modelos de rol desde pequeña derriba estereotipos y aumenta su interés en buscar y ver nuevas oportunidades para su futuro, fuera de los sesgos que regularmente la sociedad nos impone, logrando así aumentar su ambición, lo que las lleva a transformarse en mujeres capaces de tomar mejores decisiones para su vida profesional y personal”, explica Ximena Gallardo, directora de Inspiring Girls, refiriéndose a la importancia de promover el empoderamiento femenino desde temprana edad.

Esa visión la comparten desde Academia Inspiradas, institución que busca acompañar a las niñas y jóvenes en su desarrollo personal mediante un espacio de diversidad cultural donde pueden conectarse con mujeres referentes de otras ciudades y países. “Esto hace que aumenten la confianza en sí mismas al tener un espacio seguro en el que pueden expresarse e intercambiar ideas. Una niña que levanta la mano para dar su opinión se transformará en una mujer líder que abrirá puertas y caminos para las demás”, sostiene Macarena Salosny, directora de proyectos de la organización.

Si bien en Chile la matrícula de mujeres en la educación superior es mayor que la de los hombres, la participación femenina es menor en ciencias exactas y tecnologías. “Hay un mercado laboral STEM que crece de manera acelerada y que necesita la visión de las mujeres, por eso nos interesa que

las niñas desde ya vean que es una opción completamente viable”, complementa Gallardo. Asimismo, dentro de las habilidades que se deben potenciar para promover la inclusión en las carreras masculinizadas están la gestión de emociones, comunicación asertiva y la adaptabilidad.

El empoderamiento femenino también es clave para potenciar los equipos, aseguran desde MSD Chile, firma donde la representación de mujeres en cargos de liderazgo equivale al 60%. Recientemente desarrollaron un programa interno para “potenciar el talento femenino y crear instancias de formación y desarrollo para empoderar a las mujeres que forman parte de la organización y fortalecer sus habilidades de liderazgo”, cuenta Carla Monroy, líder del grupo Women’s Network de la compañía. No obstante, el desarrollo de estos talentos depende de las características de los sistemas educativos y de la equidad de género en la sociedad.