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DESAFÍOS DE INNOVACIÓN Y SUSTENTABILIDAD ALIMENTARIA: ¿CÓMO ENFRENTARLOS?

Alimentos basados en plantas de alto nivel proteico, nuevas formas de producción que hacen más eficiente el consumo de recursos y una matriz productiva diversa están marcando tendencia en la industria alimenticia.

POR FABIOLA ROMO P.

La alimentación sustentable comienza en el campo, pues los vegetales deben ser producidos de forma sostenible.“Hay plena conciencia de que hay que alimentar a una población creciente, es decir, producir más, enfrentando el inconveniente de que cada vez hay una menor disponibilidad de suelos arables”, afirma Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.

Según el doctor en Ciencias Biológicas, la agricultura debe avanzar hacia una producción más amigable con el medio ambiente, causando menos impacto, utilizando menos insumos y menos recursos como el agua, mientras se reduce la deforestación.“La sustentabilidad no la alcanzaremos si no somos capaces de disminuir las pérdidas de cultivos por plagas, malezas, enfermedades y desafíos climáticos”, advierte.

Y es que, al menos el 30% de lo que se intenta producir se pierde, según la FAO. Por eso, es importante reducir el desperdicio de alimentos, aumentando el tiempo de vida tras la cosecha.

Sánchez dice que también es necesario incrementar el contenido nutricional y la inocuidad de los alimentos, así como asegurar el bienestar social y económico de los agricultores.“Avanzando en estos puntos transitaremos hacia una alimentación sustentable”, comenta.

En este ámbito, Eduardo Arias, fundador de Vegusta Chile, recalca que la tecnología -como se ha comprobado- es un recurso muy necesario para obtener resultados y confirmar la proyección en el desarrollo de nuevos alimentos.“Sin embargo, es claro que la tecnología no funciona por sí misma, sino que necesita personas para aportar conocimiento, experiencia y márgenes donde se moverá”, explica.

La biotecnología, la ciencia y el mejoramiento genético vegetal están desempeñando un rol fundamental frente a eso, ya que, según Arias, permiten obtener variedades de los vegetales y cultivos, adaptados a los nuevos desafíos.

Progresivamente, las innovaciones se instalan en el sector alimentario.“En Chile, podemos ver algunos ejemplos, como la masificación de alternativas en base a plantas. Estos alimentos, en muchas ocasiones, emulan alimentos de origen animal, tales como leche, quesos, yogures, carnes (rojas y blancas) o productos del mar, que contienen proteínas, vitaminas, grasas y minerales. En muchos casos se ven, se cocinan y tienen el sabor de los alimentos que apuestan a reemplazar”, detalla el secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia), Diego Varela.

La industria semillera también ha hecho su aporte a la sustentabilidad de los alimentos.“Uno de los ejes en los que ha estado trabajando es en producir más con menos, haciéndose cargo de los desafíos que enfrenta Chile en el contexto del cambio climático”, afirma el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros), Mario Schindler.

Según el representante de los semilleros, el desarrollo de nuevas variedades permite contar con alimentos más saludables y variedades que están mejorando características nutritivas, tales como trigo con mayor contenido de fibra y hortalizas con mejores contenidos nutricionales.

En HortiCrece, de hecho, esperan seguir siendo un vínculo entre los productores y el sector público-privado, para contribuir a la diversificación de la matriz productiva hortícola, sofisticando productos y servicios, así como los modelos de negocio. También están apostando por aumentar las inversiones y tecnificar procesos, con el fin de posicionar a la Región de O’Higgins “como el referente nacional más importante en torno al desarrollo y producción de hortalizas de nicho (productos ready to eat, ready to cook, hortalizas orgánicas, nuevas especies y variedades, etc.)”, sostiene Álvaro Alegría, gerente de este programa de Corfo O’Higgins.

En tanto, Mario Schindler, apuesta por estimular la investigación y el desarrollo de nuevas variedades que sean eficientes en el uso de los recursos, requieran menos agua, sean tolerantes a la sequía y se adapten a diferentes necesidades.

“Los nuevos alimentos tienen el potencial de tener un menor impacto en los límites planetarios, pero esto debe ser evaluado en mayor profundidad”, concluye Diego Varela, de Achipia.

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2022-09-25T07:00:00.0000000Z

2022-09-25T07:00:00.0000000Z

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