Diario Financiero

DELPHINE ARNAULT

QUIERE SER LA SUCESORA DE DIOR Y LOUIS VUITTON SI HASTA DICIEMBRE LAS APUESTAS FAVORECÍAN A SU HERMANO MENOR, LA PRIMOGÉNITA DE BERNARD ARNAULT ESTÁ POR CONVERTIRSE EN LA CEO DE UNA DE LAS PRINCIPALES MARCAS DEL MAYOR CONGLOMERADO DE LUJO.

Los coloridos puntos que cubren la mítica multitienda de lujo Harrods, en Londres, han sido un éxito en atraer visitantes. Multitudes visitan a diario la instalación que también se replica en las sedes de Louis Vuitton en París y Nueva York. Ahí, curiosos y compradores son recibidos por un extremadamente realista robot de la artista japonesa Yayoi Kusama.

La alianza con la artista y la exitosa instalación es uno de los últimos aportes de Delphine Arnault como segunda a bordo de Louis Vuitton. A partir del 1 de febrero, la ejecutiva de 47 años, e hija mayor del hombre más rico del mundo (Bernard Arnault), asumirá la dirección ejecutiva de Dior.

El nombramiento de la primogénita de Arnault como CEO de la segunda marca más importante del grupo da inicio a la carrera por la sucesión en el conglomerado de lujo. Louis Vuitton Moët Hennessy nació en 1987, producto de una serie de acertadas y ambiciosas apuestas del francés Bernard Arnault. Tras un paso por Wall Street, Arnault regresó a París y descubrió el potencial de una alicaída Dior. El empresario no solo volvió la empresa rentable, sino además la imaginó en el epicentro de un conglomerado de marcas de lujo. La fusión con Moët Hennessy y la centenaria Louis Vuitton dio origen a LVMH, un grupo que hoy abarca 73 marcas, incluyendo desde tradicionales como Celine o Loewe, una exclusiva viña en Luján, Argentina (Terrazas de los Andes); hasta más masivas como el retailer Sephora y la línea de maquillaje de Rihanna, Fenty Beauty.

La estrategia ha rendido frutos: LVMH tiene una capitalización bursátil por unos

US$ 427 mil millones, por encima de Walmart, Meta y JPMorgan.

Luca Solca, analista de Bernstein y quien ha seguido de cerca la evolución de LVMH desde hace una década, explica a DF MAS que Arnault ha diseñado un “sistema darwiniano” para determinar a su sucesor como presidente y CEO del mayor conglomerado de lujo del mundo. “Creo que (Arnault) está probando a sus hijos a través de su trabajo en la empresa. Es un ambiente de sobrevivencia del más fuerte”, afirma desde su oficina en Londres.

A sus 73 años, Bernard Arnault asegura que los recientes cambios ejecutivos y el ascenso de Delphine dentro del grupo no tienen que ver con planes de sucesión. “Las empresas tienen que evolucionar. No es bueno que los ejecutivos caigan en la rutina, en la misma forma de hacer las cosas. La rotación de ejecutivos podría generar un impulso de innovación y creatividad”, afirmó desde la sede del grupo en París, el jueves.

Arnault tiene cinco hijos de dos matrimonios. Los tres menores, Alexandre, Fréderic y Jean tienen cargos ejecutivos en Tiffany, TAG Heuer y Louis Vuitton, respectivamente. El segundo de sus hijos, Antoine, parecía hasta ahora “el elegido”. Director de comunicaciones de Louis Vuitton desde 2018, y presidente de Loro Piana desde 2013, Antoine, de 45 años, fue nombrado en diciembre pasado vicepresidente y CEO de Dior SE, la empresa a través de la cual los Arnault controlan el 47,8% de LVMH.

La carrera de la primogénita

Pero por más exitosa que haya sido su carrera, Antoine no está solo en la cima. Delphine será la primera de los “hijos Arnault” en ocupar el cargo de CEO de uno de los dos pilares del grupo. Los ingresos de Dior se han triplicado en los últimos años y junto a Celine fue una de las dos marcas que más creció dentro del grupo en 2022, según su jefe financiero, Jean-Jacques Guiony.

Delphine acumula años de experiencia en la cima del motor del grupo: Louis Vuitton. Tras un breve paso por McKinsey, se unió en 2000 al directorio de LVMH y ocupó varios cargos ejecutivos, sobre todo en el área de marketing (al igual que sus hermanos menores ahora), hasta asumir en 2013 como vicepresidenta ejecutiva de Louis Vuitton.

Delphine Arnault estudió negocios en París y Londres, y es madre de dos hijos junto al magnate francés de las telecomunicaciones y uno de los dueños de Le Monde, Xavier

Niel. Al igual que su padre, mantiene un perfil reservado y es famosa por -al igual que él- tener “un trato suave pero una voz directa y una decisión de acero”.

A la primogénita de Arnault se le atribuye gran parte del éxito del grupo por identificar nuevos talentos y lograr alianzas claves. Fue ella quien llevó a Nicolas Ghesquière como director creativo de Louis Vuitton, tras la dramática salida de John Galliano en 2011.

En una entrevista con Madame Figaro en 2014, una de las pocas que ha dado hasta ahora, Delphine Arnault afirmó que Michael Burke, Ghesquière y ella lideraban Louis Vuitton como “una troika bajo la dirección de Burke”.

El equipo puede lucir sus credenciales. A pesar de la pandemia, el cierre de China y la inflación, Louis Vuitton marcó un récord de ingresos por alrededor US$ 22 mil millones en 2022. El monto representa un cuarto de los ingresos totales reportados por el grupo.

Encargada de todo lo vinculado al desarrollo de productos, Delphine Arnault es vista como responsable de las alianzas comerciales que han permitido convertir a una marca con 169 años de historia en una de las favoritas de la Generación Z.

En los últimos cinco años, la acción de LVMH acumula un alza de 218%. Gran parte de ese crecimiento se dio desde marzo 2020. Aunque los papeles sufrieron una leve caída en marzo 2020, cuando se iniciaron las cuarentenas masivas, desde entonces la acción ha subido 155%.

Ni la pandemia, ni la inflación han detenido a los hambrientos compradores de marcas de lujo. “La pandemia de Covid-19 nos recordó que todos vamos a morir, que la vida no es eterna. Esta idea ha aumentado la disposición de la gente a gastar… Nadie quiere ser la persona más millonaria en la tumba”, afirma Solca.

Otra explicación para el auge del mercado de lujo en medio de un escenario de inflación y desaceleración económica es que, dado que adquirir una vivienda propia es cada vez más difícil para las nuevas generaciones, millennials y GenZs prefieren gastar su dinero en el consumo de marcas con status social.

Si lo que Arnault planea es probar a su primogénita, el desafío es grande. Delphine tomará el cargo que deja Pietro Baccari, responsable por triplicar las ventas de Dior y revivir su atractivo para las nuevas generaciones. Solca cree que la ejecutiva optará por la continuidad de la estrategia definida por Baccari y el veterano director comercial, Charles Delapalme.

Al igual que otras marcas del grupo, la suerte de Dior dependerá este año en gran parte de los consumidores chinos y su disposición a gastar tras la pandemia. Decidido a continuar todavía en el cargo, su padre, Bernard Arnault, estará observando de cerca sus pasos.

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2023-01-29T08:00:00.0000000Z

2023-01-29T08:00:00.0000000Z

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