El miércoles el canciller alemán, Olaf Scholz, finalmente entregó la noticia que desde Ucrania estaban esperando. El país pondrá a disposición 14 tanques Leopard 2 para Kiev. Al día siguiente, el ministro de Defensa germano, Boris Pistorius, declaró que los vehículos de guerra llegarían “a fines de marzo, principios de abril”. Scholz afirmó ante el Bundestag (Parlamento Federal) que conversó con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para evaluar la situación del país, lo que desembocó en la decisión de otorgarle el armamento solicitado.

Desde Ucrania señalan que el interés por estos tanques es porque pueden marcar una diferencia para sacar a las tropas rusas del territorio ucraniano. Desde la OTAN también estuvieron a favor de la decisión tomada. Pero ésta no estuvo exenta de polémicas, ya que dada la historia alemana en conflictos bélicos, existen muchos opositores a que el país germano se inmiscuya en este tipo de asuntos. Alemania es el mayor productor de tanques pesados modernos en Europa, los denominados Leopard 2. Cerca de 2.000 de estos ejemplares están repartidos en los distintos países aliados de Occidente y para que éstos puedan ser entregados a Ucrania deben contar con la aprobación de Alemania, dado que son dueños de las licencias. El jueves el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que desde Rusia consideran esta entrega de tanques como “una participación directa en el conflicto”.