Diario Financiero

Desde Alemania, donde estudia un magister en global communication and politics, el exdirigente estudiantil e

La parada militar

Los halagos que recibió el Presidente Boric en la testera de la ONU contrastan con los insultos de un pequeño grupo de extrema derecha en la parada militar del lunes pasado.

Nada nuevo bajo el sol: ocupar el desfile militar para amedrentar a los Presidentes se ha vuelto una tradición desde 1990, cuando los pinochetistas pifiaron al presidente Patricio Aylwin.

Cuando le preguntaron a uno de los manifestantes por qué habían denostado a Boric, uno de ellos respondió “porque es un globalista, comunista, masón, progresista (y) satanista”.

Más allá del recurrente tono conspiranoico contra la democracia y el multilateralismo, la referencia al supuesto satanismo de Boric parece calcada de la noticia falsa que Bolsonaro echó a andar contra Lula en la actual carrera presidencial brasileña.

Hace unas semanas, la primera dama Michelle Bolsonaro abrió un culto evangélico acusando a los gobiernos anteriores de estar conectados con el demonio y haber poseído el palacio de gobierno. Luego, compartió un video de Lula (quien es cristiano) participando en un ritual Umbanda, una religión brasileña sincrética de raíces africanas e indígenas.

Lula respondió las acusaciones diciendo que “si hay alguien poseído por el diablo, ese es Bolsonaro”. Efectivamente, si se indaga la carga histórica de la imagen del inframundo en las sociedades latinoamericanas, lo primero que aparece es el terror de las dictaduras militares del siglo pasado. Hoy, Bolsonaro es probablemente el principal defensor del legado de los dictadores en la región.

El demócrata Boric

“Vengo de Chile…”, partió diciendo el Presidente Boric ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, 50 años después de que Salvador Allende iniciara su discurso con las mismas palabras.

Cuando la guerra y el autoritarismo avanzan en el mundo, es especialmente valioso que los mandatarios respeten la soberanía del pueblo que los eligió. El Presidente de Chile fue más allá y llamó a los líderes globales a escuchar las demandas de justicia social para anticiparse a las crisis políticas, lo cual fue destacado por medios como Bloomberg.

Su hijo estaba dispuesto a rendirse. Pero Sokhbir Kaur -su madreno iba a permitirlo. Desde el sofá de su departamento en Singapur envió un correo electrónico hasta Londres. El destinatario era Dan McCrum, periodista del Financial Times.

“Fue un lunes, en octubre (2018). Para entonces yo venía escribiendo sobre hace años sobre Wirecard (fintech alemana que se hundió en 2020 tras un agujero financiero de más de 2.000 millones de euros). Las cifras no hacían sentido. El negocio en realidad no hacía sentido. Cuando investigábamos nos cruzábamos con hackers, dueños de clubes nocturnos. A mi editor incluso le ofrecieron un soborno para que dejemos de escribir. En ese punto, estábamos convencidos de que había algo malo (con la empresa), pero no teníamos pruebas”, recuerda McCrum.

Estamos sentados en la terraza del

Financial Times en el corazón de la city londinense. Ante una vista privilegiada, McCrum -un talentoso contador de historiasreflexiona que no fue él, no fueron los short-sellers, ni los reguladores, quienes desencadenaron la caída de la alguna vez startup estrella europea. No, fue Sokhbir Kaur, una mujer india en Singapur, que siguiendo los preceptos de justicia de su religión sikh decidió que el mundo debía saber del fraude detrás de Wirecard. Se trata de la madre de Pav Gill. abogado que trabajaba en Wirecard, y que tenía información suficiente para hundir a la firma.

“Ella me escribió y me dijo que debía contactar a su hijo. Ese fue el momento clave. Es increíble, ¿no? Todo por el poder de una madre”. Lo que Kaur pedía en ese email es que el Financial Times se reuniera con su hijo, para que él pudiera entregarles los 70 Gigabytes de datos que había copiado a modo de seguro, cuando Wirecard lo forzó a abandonar la empresa tras iniciar una investigación sobre fraudes contables y otros crímenes en el negocio de Asia.

Gill había sido contratado como el primer jefe del área legal de la unidad de Asia, cuando la firma inició su expansión en ese contintente. Una región que llegaría a representar más de la mitad de los supuestos ingresos de Wirecard. Para entonces, la startup era aplaudida por su rápido crecimiento. Apenas un mes antes del email de la madre de Pav a McCrum, la fintech alemana había ingresado al prestigioso índice Dax 30 con una capitalización de mercado de US$ 24 mil millones, cuatro mil más que Deutsche Bank.

Lo que siguieron fueron casi dos años de decenas de artículos de McCrum, con la colaboración de Stephania Palma y Olaf Storbeck, bajo la edición de Paul Murphy, desentrañando el fraude de Wirecard. “Era como pelar una cebolla, cada vez que descubríamos algo, nos llevaba a otra cosa nueva”, explica el periodista.

El Steve Jobs de los Alpes (hoy en la cárcel)

Wirecard surgió como cualquier otra startup de la era puntocom. Fundada en 1999, la empresa con sede en Munich prometía una plataforma de procesamiento de pagos. Su crecimiento no se aceleró hasta mediados de los años 2000, ya bajo el mando del austriaco Markus Braun. El exconsultor de KPMG fue bautizado “el Steve Jobs de los Alpes” (polera negra de cuello alto incluido) y hoy está en la cárcel esperando su juicio por fraude.

Los documentos entregados por Gill, y los datos de siguientes “whistleblowers”, permitieron descubrir una extensa y compleja operación que se extendía de Munich a Singapur, pasando por Viena, Dublín, EEUU, Filipinas y Dubái. Wirecard fabricaba en sus libros clientes y socios para inflar el tamaño de su negocio y atraer nuevos inversionistas. Como descubrió la periodista Stephania Palma en un viaje a Filipinas, una de las empresas de pago que supuestamente proveía de parte importante del negocio de Wirecard tenía como dirección la casa de un pescador retirado.

“Es mi parte favorita del documental. Cuando Stephanie va y en lugar de una empresa llega a esta casa donde están peinando a un perro Pomerania”, ríe McCrum.

El contacto de McCrum -un periodista con más de una década de experiencia-, con

Wirecard comenzó en 2014. “Un administrador de fondos me preguntó: ‘te interesaría investigar a unos gángsters alemanes’”, recuerda. Para entonces ya se habían realizado denuncias de posibles fraudes contables en 2008 y 2010. Cada vez, como lo volvería a hacer Wirecard con el FT, la empresa acusaba que los reportes eran una operación en su contra de parte de “short-sellers” que querían derrumbar la acción.

“Sentí que se saldrían con la suya”

Todo alrededor del caso de Wirecard es muy extraño. Por ejemplo: ¿dónde están los más de dos mil millones de dólares que desaparecieron y que Wirecard decía tener en un banco en Filipinas?

Pero sobre todo, ¿cómo nadie se dio cuenta? ¿Por qué inversionistas y reguladores no hicieron caso a las denuncias iniciales, y peor aún, a la serie de reportajes del Financial Times? “Siempre he mirado con sospecha el mercado financiero. Pero lo que aprendimos con este caso es, a propósito de fake news, lo fácil que es poner en duda a la autoridad. Pensamos que Financial Times tiene cierta reputación, que publicaríamos estos artículos diciendo ‘hey, miren, aquí hay un fraude’, y nos creerían y se haría algo… Pero no… Y nos golpeábamos la cabeza contra la pared y nos preguntábamos ‘por qué no nos creen’”, relata Dan.

Con lo que se encontraron fue con una serie de críticas de parte de un sector de la prensa alemana. Desde Berlín a Munich, políticos, traders y periodistas se unieron al discurso de que todo se trataba de una operación de “periodistas corruptos del FT” contra Wirecard.

Lo peor llegó cuando BaFin, el regulador financiero alemán, abrió una investigación contra McCrum y sus colegas por manipulación del mercado en enero de 2019, tras la publicación de la primera serie de reportajes. “Sentí que lograrían salirse con la suya, porque estaba claro que habían armado algo y las autoridades alemanes se lo estaban comprando”, dice McCrum.

El escenario empeoró cuando Softbank anunció una inversión por US$ 1.000 millones en Wirecard en abril 2019, a pesar de las publicaciones del Financial Times. McCrum dice que el fondo japonés nunca lo contactó, pero su megainversión hizo el caso aún más raro. El fraude era claro, pero nadie más fuera del Financial Times parecía verlo.

“La conexión rusa”

Una explicación es que el austríaco Jan Marsalek -fue jefe de operaciones de Wirecardera muy eficiente en lo que hacía. “Luego entendimos que él era el malo de la película, él era quien movía los hilos de todas las jugadas sucias con las que buscaban callarnos”, afirma McCrum.

Las jugadas a las que se refiere incluyen la contratación de hackers, aparentemente acceso a las cuentas bancarias de McCrum y su jefe, reuniones en exclusivos restaurantes y traders con dudosas conexiones. También incluye la participación de matones, más de 40 detectives privados desplegados por Londres, y hasta un falso jeque árabe. Marsalek es el personaje más enigmático de esta historia. Protegido del entonces CEO, Markus Braun, se unió a Wirecard en 2010 y ejerció como su jefe de operaciones hasta el colapso de la empresa en junio de 2020. Hoy está dado a la fuga, pero durante la investigación se revelaron sus vínculos con miembros de las milicias libanesas y con la inteligencia rusa.

“Este es un caso que comenzó como una historia normal y cada vez se volvió más y más rara… Marsalek es alguien que socializa con agentes rusos, que viaja con las milicias libanesas en sus vacaciones. Esos son sus hobbies, mientras dirige una institución financiera”, relata. Y añade: “Lo más impresionante fue cuando mi editor, Paul, me dijo que parecía haber un elemento ruso en todo esto: aparentemente, Marsalek había sido visto con documentos con la receta de Novichok, el gas que fue usado en los envenenamientos en Londres, en 2018, contra el exagente ruso Sergei Skripal y su hija Yulia. Fue ahí que me pregunté: ‘¿Estoy acaso en una especie de película bizarra?’”.

El reporteo, por todo esto, afectó su vida personal. “Me volví paranoico. Cambiaba varias veces de metro o de tren. Cuando hablaba con mi esposa le decía ‘pero primero desconectemos los teléfonos’. Supimos luego que nos espiaban en nuestras oficinas del diario y que nos seguían. Mi esposa Charlotte, es maravillosa, pero un día me preguntó: ‘¿Estamos en peligro?’, y le dije que sí… Pero pensé: ‘¿Lo estamos?’”.

Al concluir la conversación con McCrum, éste bromea: dice que no recibió ni el auto ni los gadgets de James Bond, pero ciertamente con el caso de Wirecard se sintió como estar dentro de una de sus historias. Eso queda claro al ver el documental Skandal! Bringing Down Wirecard, que recién se estrenó en Netflix y que se basa en el libro Money Men, que él publicó en junio pasado.

Ahora la historia está al toque de un click o de control remoto de televidentes en 190 países. “Me trae una especie de cierre a todos estos años”, afirma McCrum.

El caso, sin embargo, aún no ha terminado. Hay unos US$ 4.000 millones que Wirecard obtuvo de bancos e inversionistas. Alguien se benefició de ello. Braun, desde la cárcel a la espera de un juicio por fraude, asegura que no fue él. Marsalek está fugitivo. “Probablemente en Moscú” bromea McCrum, quien sí está listo para buscar su próxima historia.

Al dirigirse a la nación el miércoles por la mañana para anunciar una “movilización parcial” de 300.000 reservistas, el presidente Vladimir Putin enmarcó la guerra de Rusia en Ucrania en términos crudos y existenciales. La nación se defendía de un Occidente que quería “debilitar, dividir y destruir a Rusia” y estaba preparada para utilizar armas nucleares en respuesta.

Las amenazas apocalípticas pretenden coaccionar a Ucrania y a sus aliados occidentales para que acepten las ganancias de Rusia en el conflicto. La precipitada organización de “referendos” en las zonas ocupadas este fin de semana se supone que establece una línea que Ucrania y Occidente no deben cruzar.

Al anexionarse grandes partes del sur y el este de Ucrania, Putin quiere disuadir a Kiev y a sus aliados occidentales de atacar lo que el Kremlin considera ahora “territorio ruso”, sentando las bases para una movilización total o incluso un conflicto nuclear si persisten.

La escalada de Putin es una apuesta que subraya su reducido margen de maniobra en el campo de batalla en Ucrania y a nivel interno en Rusia.

“El mundo entero debería rezar por la victoria de Rusia, porque solo hay dos maneras de que esto acabe: o gana Rusia, o se produce un apocalipsis nuclear”, dijo en una entrevista Konstantin Malofeyev, un magnate ruso nacionalista.

“Si no ganamos, tendremos que usar armas nucleares, porque no podemos perder”, añadió Malofeyev. “¿Alguien cree realmente que Rusia aceptará la derrota y no utilizará su arsenal nuclear?”

A la defensiva después de perder miles de kilómetros cuadrados de territorio a manos de Ucrania en las últimas semanas, el anuncio del miércoles es un intento de cambiar el cálculo en un momento en que Moscú tiene aún menos opciones, dijo Rob Lee, miembro del Instituto de Investigación de Política Exterior.

La exitosa contraofensiva ucraniana de este mes no solo ha expulsado a los rusos de la región de Jarkiv, en el noreste de Ucrania, sino que ahora también amenaza los territorios que Rusia tomó en el Donbás, el corazón industrial del este cuya “liberación” Putin ha definido como el principal objetivo de la guerra.

“Si empiezan a perder el territorio que acaban de ganar allí, se plantean todo tipo de cuestiones y no hay manera de que puedan desentenderse fácilmente. Es claramente un fracaso militar y político si eso sucede”, dijo Lee.

Al declarar estas zonas como territorio ruso, Putin probablemente espera poder detener el avance de Ucrania y disuadir a Occidente de enviar más armas, porque demostraría que “cualquier ofensiva aquí por parte de las fuerzas ucranianas o de las armas de la OTAN se interpretará como un ataque al territorio ruso”, dijo Lee.

En cambio, los líderes occidentales han condenado los referendos, han reiterado su apoyo a los intentos de Ucrania de recuperar su territorio y han reafirmado su voluntad de proporcionar a Kiev armas de alta tecnología.

Es poco probable que la apuesta de Rusia dé sus frutos, según Samuel Charap, politólogo de la Rand Corporation. “No creo que Putin

“El mundo entero debería rezar por la victoria de Rusia, porque sólo hay dos maneras de que esto acabe: o gana Rusia, o se produce un apocalipsis nuclear”, dijo en una entrevista Konstantin Malofeyev, un magnate ruso nacionalista.

interiorice del todo las consecuencias de esto”, dijo. “¿Qué pasará cuando Ucrania ‘ocupe’ ‘territorio ruso’? Entonces el siguiente paso es declarar la guerra si Ucrania lo retoma”.

Muchos analistas también son escépticos de que una movilización parcial tenga un impacto rápido en el campo de batalla, porque podría llevar varios meses entrenar a los reservistas y crear nuevas unidades con comandantes y apoyo logístico.

Siete meses después de que Putin enviara por primera vez tropas a Ucrania, las fuertes pérdidas sufridas por Rusia sitúan a sus fuerzas en desventaja en cuanto a efectivos, especialmente en lo que se refiere a soldados bien entrenados. Moscú desplegó originalmente unos 180.000 soldados para su invasión de Ucrania, según estimaciones occidentales.

El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo que sólo 5.937 soldados rusos habían muerto en el conflicto, menos de una décima parte de las bajas que Moscú afirma que sufrió Ucrania. Estados Unidos dijo en agosto que

Rusia había sufrido “probablemente...70.000 u 80.000” muertos y heridos desde febrero.

La reserva rusa cuenta con una cifra teórica de 2 millones de antiguos reclutas y soldados contratados, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, pero pocos están activamente entrenados o se consideran listos para luchar.

Un estudio de la Rand de 2019 estimó que Rusia solo tenía entre 4.000 y 5.000 reservistas en el sentido occidental de recibir entrenamiento regular mensual y anual, aunque en 2021 lanzó una iniciativa para crear una fuerza de reserva permanente.

“Si esto pretende asustar a Ucrania y a Occidente para que capitule, no va a funcionar. Cuando fracase, Putin tendrá opciones aún peores”, dijo Charap.

Pero incluso mientras Rusia intensificaba su enfrentamiento con Occidente, el Kremlin intentó tranquilizar a los rusos diciéndoles que la vida seguiría en su mayor parte con normalidad.

Proyectar calma

En una declaración pregrabada emitida inmediatamente después del discurso de Putin, Shoigu dijo que Rusia solo llamaría a las reservas, en lugar de desplegar el ejército de reclutas, y subrayó que los estudiantes estarían exentos.

A lo largo de la invasión, Moscú ha evitado introducir la ley marcial o reclutar a los rusos en las fuerzas armadas y ha insistido en llamarla “operación militar especial”, un término que evoca conflictos lejanos en lugar de remover los recuerdos rusos de guerras brutales.

El intento de proyectar calma para el público nacional -presentando la guerra como una batalla necesaria pero lejana- ha tenido éxito hasta ahora.

“En los últimos seis meses se ha producido una adaptación a las nuevas condiciones, la gente se ha calmado”, dijo Denis Volkov, director del Centro Levada, un encuestador independiente de Moscú. El gasto aumentó, y los sondeos mostraron que los rusos opinaban cada vez más que la situación evolucionaba en la dirección correcta.

Pero el anuncio de una movilización, aunque sea parcial, acerca la guerra a casa. “Creo que si el Kremlin hubiera podido evitarlo, lo habría hecho”, dijo Volkov. “Pero el conflicto tiene su propia lógica, y les ha llevado a tomar una decisión impopular”.

Algunos rusos han votado con los pies: los vuelos a Ereván y Estambul, dos de los pocos destinos disponibles después de que los países occidentales cerraran su espacio aéreo a Rusia, se agotaron a los pocos minutos del anuncio de Putin.

Sin embargo, el efecto sobre el sentimiento público será gradual, señala Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultoría política R.Politik.

“La movilización se ampliará gradualmente. La sociedad se irritará e indignará poco a poco; no esperen protestas masivas, sino olas de indignación”, apuntó. “Esta es la erosión del poder de Putin en su forma más pura”.

Finalmente se estrenó, tras una larga antesala de rumores sobre conflictos al interior del equipo que fueron el comidillo durante la última edición del Festival de Venecia, Don’t Worry Darling (No te preocupes querida).

La cinta dirigida por Olivia Wilde y protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles, muestra a un joven y bien avenido matrimonio que vive en un apacible condominio ambientado en los años ‘50. Pero este entorno aparentemente perfecto es en realidad una especie de culto llamado Proyecto Victoria que se propone “cambiar el mundo” comandado por Frank, un líder carismático a cargo de Chris Pine.

Que Wilde y Styles se hayan enamorado durante el rodaje, que si el actor Shia LaBeouf, contemplado en el elenco original, renunció o fue despedido, o la enemistad entre la directora y la protagonista, son ingredientes que posiblemente han alimentado la expectación de este estreno que ya puede verse en cines.

El 8 de septiembre, una delegación de niños, niñas y jóvenes representantes de Arica a Castro viajaron hasta Santiago para reunirse con la ministra Julieta Brodsky en La Moneda. La actividad fue parte del ¡Juntxs de Nuevo! Primer Encuentro Nacional de Consejos Cecrea que se realizó en Picarquín. Durante la visita al palacio de gobierno los niños y jóvenes también compartieron con el Presidente Gabriel Boric e Irina Karamanos.

Cecrea (Centro de Creación Artística) es un programa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio -depende directamente de las Seremis de Cultura- que abre espacios a la comunidad, enfocados en niños, niñas y jóvenes entre 7 y 19 años. Comenzó en 2014 y se ha ido expandiendo, hoy están presentes en 13 regiones del país.

“Cecrea es un proyecto de acceso gratuito y democrático, que permite el encuentro entre niños, niñas y jóvenes de diversos orígenes, para imaginar proyectos colaborativos en torno al arte, las ciencias, las tecnologías y la sustentabilidad. Este espacio inédito permite la participación de la ciudadanía, y está pensado especialmente para las comunidades y los sectores más vulnerables del país, promoviendo la creatividad y la interacción con el medio ambiente y la cultura”, señala la ministra de las Culturas, Julieta Brodsky.

El programa funciona bajo una metodología que promueve la creatividad, impulsando nuevas formas de pensar lo extraprogramático y la educación no formal, y proporcionando a los NNJ puntos de encuentro que son también espacios seguros. Cecrea incentiva una “ciudadanía creativa” a través de la experimentación libre y autónoma, y recibe a niños y jóvenes que pueden llegar de manera directa o a través de sus colegios y escuelas públicas. Las unidades constan de escuchas creativas, laboratorios creativos, proyectos de convergencia, experiencias creativas y comunidad de aprendizaje. La metodología arranca a partir de las escuchas y microescuchas, y luego, a partir de los intereses

e inquietudes de los propios niños, niñas y jóvenes, se codiseña un programa. Cada sede Cecrea además tiene su propia línea curatorial que se relaciona con su entorno, geografía, clima y costumbres locales.

La

“Aquí el patrimonio es poderoso”, afirma Rosario Ateaga, directora de Cecrea Castro desde mayo de 2019. Se refiere a la arquitectura, la gastronomía, las tradiciones chilotas. La artista visual y gestora cultural está a cargo del espacio conocido como La ballena, que se ubica en la costanera de Castro. “Aquí no ofrecemos talleres de acuarela o de guitarra, sino que atendemos las escuchas creativas y los intereses que los propios NNJ nos entregan. No se imponen metodologías”. La arquitectura del lugar está pensada por áreas flexibles; hay espacios limpios, salas de movimiento, sector para las artes sonoras y más.

El vehículo principal para llegar a los niños y niñas del sector es la relación y el trabajo conjunto con los establecimientos educacionales, junto a ellos codiseñan experiencias pedagógicas y laboratorios donde convergen distintas disciplinas y donde la mediación es clave, explica la directora. Pero a partir de cierta edad los jóvenes también se acercan por su cuenta, de manera libre e independiente. “La ballena está abierta siempre, de lunes a domingo, funciona como plaza pública, aquí se juntan a bailar kpop, a ensayar o usar el estudio de grabación”, cuenta Rosario. “Para engancharlos pensamos en sus propios intereses: para el Día de la danza, convocamos a los jóvenes a que organizaran su propio festival, si viene el Día del cine, les preguntamos qué les gustaría ver”, agrega.

Además, realizan actividades en conjunto con otras organizaciones como Fundación MERI, como la exposición Cetácea, ecos del mar, el año pasado, y Fundación Nativo Digital, con quienes participan del proyecto Archipiélago Digital que busca hacer de Chiloé un polo de innovación. O el taller de Collage como pensamiento arquitectónico con el premio Nacional Edward Rojas, como parte del festival Castro Abierto, que se desarrolla hasta mediados de octubre.

Creatividad

El Cecrea más nuevo dentro del programa nacional es el de Vallenar, y está completamente operativo desde marzo de este año. Su director es el cineasta Inti Carrizo, quien vive hace siete años en la ciudad de Atacama. “Somos una localidad pequeña, con 50 mil habitantes, apartada y rodeada por el desierto. Entonces nuestra instalación ha sido especial y hemos sido muy bienvenidos. Estamos siendo la cara del rol del Estado como garante de acceso a la cultura”.

El primer paso ha sido generar vínculos con establecimientos educacionales. “Nuestro primer acercamiento ha sido por ahí, trabajar codo a codo con ellos, y complementar la educación formal con instancias creativas y artísticas”, apunta Carrizo. Cecrea Vallenar está donde funcionaba el ex matadero, un edificio antiguo, que tiene un “simbolismo muy interesante al convertir un lugar de muerte, en creación”, agrega. Una de las actividades organizadas a partir de ese legado y de las costumbres del barrio, fue el Festicarnaval, una instancia codiseñada por los niños, niñas y jóvenes, donde además se dieron a conocer entre los vecinos y las familias del sector. La metodología es estimulante, dice Carrizo, porque se escapa de lo normativo y delega responsabilidades en los jóvenes, que a su vez se atribuyen responsabilidad, se empoderan y responden. “Asumen su rol de ciudadanos y de seres opinantes, dentro de un marco de respeto. A veces nos cuesta instalar la noción de que la creatividad es algo a lo cual todos tenemos derecho”, dice el director.

Tres de los participantes de Vallenar, que forman parte del Consejo Cecrea, viajaron a Santiago a comienzos de septiembre: Amparo (13), Emiliana (15) y Amaro (15). “Algunos

En agosto de 2019 el Cecrea Valdivia abrió sus puertas a la comunidad. Aunque pronto el estallido y luego la pandemia, los obligaron a cerrar y pasarse a la programación digital durante gran parte de 2020 y 2021. “La virtualidad nos dio la oportunidad de ampliar nuestras actividades más allá de la comuna. Eso fue todo un descubrimiento y pudimos desarrollar herramientas que hemos mantenido hasta ahora. Pero la necesidad de reencontrarse fue fuerte, los niños y jóvenes querían estar los unos con los otros”, cuenta Claudia Menéndez, realizadora audiovisual y directora de Cecrea Valdivia, centro que está emplazado donde estuvo la antigua estación de trenes de la ciudad. Es un edificio patrimonial restaurado, con ocho espacios flexibles. Menéndez ya se había aproximado al mundo de la infancia y la juventud a través del contenido audiovisual; trabajó para el CNTV, como cineasta ha dirigido animaciones como La máquina de nubes y ha colaborado con Cecrea desde 2015. El sello curatorial en Valdivia está definido por la naturaleza: “El interés y diseño de los niños y jóvenes va por ahí. Trabajamos con el ecosistema desde todos los ángulos, hacemos salidas a terreno y traemos la naturaleza al centro. Estamos haciendo huertos y plantando árboles nativos”. Además del estallido y pandemia, han debido asumir el desafío de revitalizar un sector de la ciudad que estaba abandonado por los transeúntes. “Tenemos la labor de dar a conocer lo que está pasando en este barrio y reincorporarlo en la circulación de la ciudad”, agrega Claudia. Junto con la difusión a través de redes sociales y otras plataformas de comunicación, lo más efectivo sigue siendo el “boca a boca”: “La confianza surge de ahí: ‘Mi amigo me dijo que aquí pasan cosas’. Eso lo vemos especialmente en los adolescentes que vienen a hacer uso libre del espacio”, señala. Al igual que en Castro, tienen alta convocatoria espontánea de jóvenes bailarines urbanos que se instalan a practicar sus coreografías frente a los espejos del edificio o en las salas de movimiento. Fieles al diseño metodológico Cecrea, en Valdivia las actividades también se adecúan a los intereses propuestos por los NNJ en las sesiones de escuchas y microescuchas, y se ajustan el codiseño que se genera con las comunidades

escolares del entorno.

Un

“Al momento de instalarse en el territorio el equipo fue cuidadoso, para ir generando aceptación y confianza”, explica Cristina Guerra,

directora de Cecrea La Ligua desde agosto de

2019. En un comienzo costó que la ciudadanía entendiera que era un programa abierto a la comunidad, algunos preguntaban por el costo de la matrícula, asumiendo que se trataba de una escuela privada.

Seis años después gozan de buen reconocimiento en el valle de la V Región y tienen una alta concurrencia de niños, niñas y jóvenes. “Es importante, como parte de una política pública territorial, saber adaptarse, escuchar, no imponer, ni llegar con la panacea. Hoy muchos cuidadores y educadores nos buscan y consultan. Eso nos permite expandir e irradiar nuestro aporte social”, sostiene la antropóloga.

Los niños más pequeños, entre 7 a 12 años, participan de las actividades y laboratorios creativos que forman parte de la programación. Los más adolescentes, generalmente hacen uso del lugar como patio abierto. “Es un espacio seguro para el encuentro. A veces vienen solo a estar, a hacer tareas o jugar en Internet. La invitación es a imaginar, pensar y soñar, eso influye en la salud mental de los jóvenes y niños, porque la creatividad es una herramienta fundamental para el desarrollo del ser humano. Recibimos testimonios de chicos y chicas que vienen hace años y dicen ‘No sería la persona que soy sin Cecrea’”, agrega Guerra.

El aislamiento que produjo la pandemia ha dejado secuelas en los NNJ, comenta, y éstas recién se empiezan a dimensionar. “Los niños no son los mismos. Nosotros el 19 de marzo de 2020 ya estábamos funcionando de manera virtual. No podíamos ser un programa de creatividad sin reinventarnos, ni abandonar a los niños cuando nos necesitaban”, dice la directora. Añade: “Aquí se da el aprendizaje mutuo, una relación de simbiosis y una transformación en comunidad. Hay un compromiso por adaptarse a sus necesidades y los logros se notan. Me gusta entender a los niños como seres capaces de reconocer sus emociones, que serán adultos más autónomos. Ojalá existan más Cecrea en Chile. Sería un país mejor”.

Al entrar a Central, lo primero que salta a la vista es una mesa de piedra con diferentes productos nativos de Perú: ajíes, hierbas, tubérculos y piedras. Es la carta de presentación del segundo mejor restorán del mundo de 2022, según la lista The World’s 50 Best.

Su chef (y dueño) Virgilio Martínez (44), emblema de la nueva generación de cocineros peruanos, explica que el menú de 14 pasos (US$ 220 sin maridaje) que ofrece este local emplazado en el distrito de Barranco es el resultado de diez años recorriendo el país. Lo presenta en una lista de platos que van desde el mar profundo -con una cuchara de coral de langostinohasta la montaña, con un pan en base a maíz con camote.

La lista 50 Best describió a Central, en julio de 2022, como una “oda a Perú en todas sus formas”, cuyos platos “celebran los paisajes, la historia y las tradiciones únicas utilizando una gran cantidad de productos de origen local”.

Martínez -quien próximamente se hará cargo de la carta del Explora Atacama, y de hecho visitó el hotel la semana pasadarecorre la cocina de su restorán y examina con calma cada plato: pone flores comestibles sobre unas lenguas de erizo y sella las terminaciones a los mousse de camarones y palta.

Central representa la madurez de la gastronomía peruana moderna, que desplazó a restoranes como Astrid & Gastón y La Mar, ambos del chef Gastón Acurio. De hecho, Martínez fue uno de los muchos aprendices del cocinero peruano, dueño de Tanta, Madam Tusan y Barra Chalaca, muchos de los cuales han llegado a Estados Unidos, Chile y Europa.

Pero Central es solo eso, una representación: tras él existen una serie de locales que están esperando -y compitiendo- para entrar a las ligas mayores de la gastronomía internacional. Estos son, y así lo están haciendo.

El destino culinario de Sudamérica

El cielo nublado de Lima -los peruanos lo apodan “panza de burro”, luego de que el escritor Héctor Velarde acuñara ese término en una de sus novelas- y los distintos escándalos políticos del gobierno de turno (hace unas semanas la justicia local ordenó 30 meses de prisión preventiva para Yenifer Paredes, cuñada del presidente Pedro Castillo, por los delitos de colusión agravada, entre otros) no son impedimento para que la industria gastronómica siga su curso ascendente.

Y es que Lima está dentro del selecto grupo de ciudades gastronómicas del mundo, compartiendo lista con Tokio, México DF y Copenhague. Supera cómodamente a Nueva York, Madrid y Barcelona. De hecho, a finales de agosto World Travel Awards coronó a Perú como el mejor destino culinario de Sudamérica.

La cocina, además, es una pieza fundamental del turismo, una de las industrias clave de Perú: en los últimos años ha aportado, en promedio, cerca del 4% del PIB nacional. Es por eso que PromPerú, organismo a cargo de potenciar la imagen país, ha desarrollado una ambiciosa estrategia para retomar los ingresos que bajaron por la pandemia.

Juan Luis Martínez (42) dice, sentado en su propio restorán, que la pandemia los obligó a buscar nuevas formas de negocio. Es noche de viernes en Lima y su local Mérito -que mezcla sabores venezolanos con ingredientes peruanos- está repleto. “Cuando abrimos no sabía qué hacer. Tenía un par de ideas, pero fue fluyendo. Y eso es lo especial: no hay nada estructurado”, reconoce la cabeza de este local, también ubicado en Barranco.

Justamente Mérito es uno de los restoranes que está esperando para entrar a la élite culinaria global (ya está en la lista del 50 Best Latinoamérica, compartiendo con

los chilenos Ambrosía, 99 y 040). Mezcla productos sencillos con una técnica criolla: desde un tártaro de róbalo con betarraga y salsa acevichada, pasando por un pulpo acompañado de porotos y chorizo amazónico, hasta un humilde choclo rostizado con salsa a la huancaína.

Del mar a la tierra

Lima es la única capital en Sudamérica que tiene salida al mar. Y se nota. En los restoranes son los pescados y mariscos los que dominan la carta. Ese es el caso de Shizen, un espacio nikkei en San Isidro fundado por tres cocineros (Jorge “Coco” Tomita, Renato Kanashiro y Mayra Flores) y que se perfila como “el próximo Osaka”, según cronistas locales.

El paisajismo sustentable se ha transformado en una tendencia en los últimos años. Pero, ¿qué es exactamente? Como se describe en el Manual de Paisajismo Sustentable publicado por la Corporación Chilena de la Construcción y Desarrollo Sustentable, Chile Green Building Council, son áreas de la naturaleza que contribuyen a la restauración del hábitat y la biodiversidad, disminuyen el efecto isla de calor al regular la temperatura urbana, contribuyen a la reducción de la demanda de agua y promueven la salud y bienestar de las personas al conectarlas con la naturaleza, entre otros beneficios. Y aunque puede sonar como algo complejo, cada vez son más los paisajistas que se suman a esta tendencia, que se puede aplicar en grandes parques, pero también en jardines domiciliarios, a una escala mucho más pequeña.

María Jesús Vial es arquitecta del paisaje de la Universidad Central y en 2016, junto a una compañera, creó Habitar Paisaje (@ habitar_paisaje), oficina de paisajismo dedicada al diseño de ecosistemas inspirados en la naturaleza. “Promovemos y apostamos por el uso de flora nativa, lo que nos ha permitido propiciar la conservación ex situ de especies cada vez más amenazadas por la pérdida de hábitat natural y cambio climático. Estas especies proporcionan hábitat para insectos y atraen fauna, lo que a su vez ayuda a mantener el jardín saludable”, explica María Jesús.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN), como se lee en el Manual de la Chile Green Building Council, establece que un paisaje natural planificado de forma estratégica para conservar y restaurar las funciones de los ecosistemas, se convierte en una forma de infraestructura natural. “Cuando la infraestructura construida (gris) se combina con infraestructura natural se generan soluciones más eficientes que pueden ayudar a reducir costos en las inversiones relacionadas al sector hídrico y agrícola, aumentar la resiliencia frente al cambio climático y proveer beneficios sociales, ambientales y económicos adicionales”.

Javier Vargas siempre se ha interesado en el ahorro hídrico y, después de trabajar en la instalación de sistemas de riego automático, decidió estudiar paisajismo en la Universidad Central y crear su propia empresa, Paisajismo Moller (@paisajismoller). Para él, un aspecto clave en la creación de jardines sustentables es la asociación por especies. “A veces las personas creen que porque una planta es sustentable, pueden ponerla en su jardín. Pero lo ideal es hacer una buena asociación entre las plantas, es decir, planificar el jardín teniendo en cuenta el consumo hídrico de cada especie.

Si incorporo cactus, éstos tienen que estar juntos, no mezclados con otras plantas que necesitan más agua, porque o si no terminamos ahogando el cactus o secando a sus vecinas”, explica.

Uno de los principales temores que tienen las personas antes de atreverse con un jardín sustentable es que sea un espacio árido, lejano a la idea preconcebida de jardín con pasto y siempre verde, que está tan arraigada aún. “Hay que cambiar la mirada que tenemos frente al diseño de áreas verdes”, dice María Jesús, de Habitar Paisaje. “A fin de cuentas, lo que más importa es lograr que el jardín sea un lugar que nos invite a estar y admirar, la gracia es que esto se puede lograr con especies resilientes que cumplan un rol ecológico dentro del ecosistema, ya sea como refugio y/o fuente de alimento de insectos, aves y para nosotros mismos”.

María Jesús cuenta que desde que creó su empresa ha crecido mucho la demanda por jardines que tengan entre sus principales guías la reducción del consumo hídrico. “Yo diría que se nota especialmente desde el 2020. Luego de las cuarentenas da la sensación de que las personas, al menos nuestros clientes y clientas, se tornaron más conscientes respecto de los espacios que habitaban, y junto con querer renovarlos estaba el deseo de que fueran más sostenibles. Antes de la pandemia y todos los procesos con que estuvo cruzada, la idea de jardines sin pasto y de poco riego era poco atractiva, vista con desconfianza y rechazada”, cuenta.

Algunas recomendaciones que forman parte del Manual de Paisajismo Sustentable de la GBC son fácilmente aplicables en los jardines: hacer acolchado o mulching alrededor de arbustos y plantas, para reducir la evapotranspiración y moderar la temperatura del suelo; reciclar el pasto, es decir, dejar los despuntes de césped en el jardín después de cortarlo, para que se descompongan y liberen ahí sus nutrientes; mantener el suelo saludable y elevar la altura de corte del césped, porque así desarrolla raíces más profundas y una mayor resistencia a las sequías, entre otros beneficios.

Javier Vargas también recomienda trabajar con un especialista, para la asociación de especies, y tener muy claro el espacio donde se quiere hacer el jardín, definiendo distintas áreas. Aunque el pasto no suele ser la mejor opción en la zona central, por su alto requerimiento hídrico, soporta alto tráfico, una cualidad muy difícil de reemplazar. Por eso, la recomendación de los expertos es usarlo con cautela. Además, María Jesús recomienda evaluar siempre la orientación, la exposición al sol, la ubicación geográfica y los usos que se le van a dar al jardín, antes de definir el proyecto. También aconseja incorporar flora nativa y, si es posible, riego automático, para tener mayor control sobre el gasto de agua. “En Habitar Paisaje nos gustaría decir que se acabó el momento del pasto, pero eso es algo que requiere tiempo y que es más bien un cambio cultural. Existe la asociación del pasto con algo que es bonito o agradable, y si no existe o se reemplaza es un paisaje feo. Pero eso no tiene que ser así, de ahí la importancia del diseño y planificación del lugar en función del uso y condiciones climáticas”, explica la paisajista.

COFFEE BREAK

es-cl

2022-09-25T07:00:00.0000000Z

2022-09-25T07:00:00.0000000Z

https://pressreader.df.cl/article/281938841784264

Diario Financiero